Blogia
Marine

pensamientos escritos con los ojos cerrados

Siempre te pensé como un pájaro. Eres tan sumamente libre que no entiendes de fronteras ni cadenas. Podrías ser como los marineros, con un amor en cada puerto, un hombre errante.. pero no, eres casi como un ermitaño. Rechazas todo contacto porque te has creado tal barrera que el poco mundo que tienes a tu alrededor te repele igual que tú a él.

Será por eso que te siento tan lejos… Necesito sacarlo, necesito liberarme ya. Necesito decirte lo que pienso de un momento a otro pero tengo miedo de que te alejes más de lo que ya estás. No podría soportar la idea de que tú te distanciases hasta un extremo insospechable.  Te quiero. Quiero estar contigo y poder decirte lo que se me pasa por la cabeza. Que tengo ganas de abrazarte y no soltarte durante largo rato. Que tengo ganas de besarte los párpados, de reseguirte los labios con el dedo, de contarte las pecas… Todas esas gilipolleces. Soy feliz estando contigo, quiero que lo sepas, que me gusta quererte porque eres genial pero ahora mismo me siento mal, me siento muy mal frustrada, incapaz de decir lo que siento, inútil por no haberme decidido… Agh. Pretendo entrar en ti, de verdad… cada vez me resultas más imposible,  yo quiero conocerte tío, quiero que me cuentes hasta el más mínimo detalle de ti, todas esas chorradas que se le ocurren a alguien cuando se levanta o al ver un cartel luminoso por la calle, al ver la cara de un conocido en el tren… yo que sé, cosas de ésas, las cosas que odias profundamente y sin sentido, las cosas que amas y no sabes muy bien porqué, todas tus manías, tus grandes defectos irremediables y tus virtudes… quiero que me cuentes incluso que hoy te has dejado las llaves y no has podido entrar en casa. Que odias a Cervantes porque no entiendes el Quijote o rollos de ésos.

Contarme las cosas que no le has contado aún a nadie porque odias a la mayoría de la gente, que de pequeño tenías un trauma porque no te salió el dibujo de un dinosaurio, que cuando te enamoraste por primera vez la chica te pegó una ostia al decírselo, que no has sido capaz de querer a nadie mucho porque no estás hecho para querer, que le tienes miedo al miedo e incluso al amor, que eres un cobarde para todo, que dudas siempre al tomar decisiones realmente importantes, que no sabes si la estás cagando en todo momento, que mueres cada vez que alguien te dice que la ha vuelto a ver paseando por la calle con ese chaval… Cosas que me hagan sentir que te conozco, que sé quien eres de verdad, que puedo quererte más aún, que podemos conocernos.

Yo te contaría todo lo que aún no te he contado, aunque como soy tan sincera y clara, hay pocas cosas que me queden por contarte. Podría decirte que lloro aunque no sea por fuera, sí por dentro cuando escucho el Muelle de San Blas de Maná porque es la canción de “mi primer amor” y mía, con el cual, por supuesto no hubo nada, sólo un  cariño extremo y demasiado dependiente por mi parte y un agobio, una inmadurez y un no saber qué hacer por la suya. Que voy de dura por la vida pero que soy incluso más insegura que tú muchas veces aunque aparente todo lo contrario. Que tengo ideas disparatadas de la gente cuando voy por la calle. Que pienso en qué estarán pensando los pasajeros de un tren de un vagón cualquiera, que el arte es mi vida y mi vida es el arte que sin ella no estaría viva. Que amo el café y no puedo vivir sin él, que necesito estar en movimiento constante, no puedo parar ni un segundo quieta, y odio no tener horarios fijos porque en mi mente y en mi cuerpo se crea un caos total, aunque éste signifique silencio en realidad. Que tengo un oído pésimo para la música pero me gustan los instrumentales de Yann Tiersen. Que pienso en ti constantemente sin cesar, que cuando estoy hablando con mis amigos cada frase me recuerda a algo tuyo, que me encanta tu pelo negro y tus ojos gigantes y tu boca y tu barba adorable de tres días, tu amor por la música, tu libertad extrema, tus silencios compartidos conmigo, la sencillez de tus palabras, perderme contigo sería lo mejor que me puede pasar, amo cuando hablamos de la puta sociedad que no nos entiende, ni tampoco lo deseo así. Amo tu extrema sinceridad. Amo tus extremos. Y los míos, y estar yo siempre en el abismo, asomándome al precipicio con un miedo extremo tuyo aferrado a mí. Me gusta que no te aferres a nada ni a nadie. NO me gusta que no quieras aferrarte a mí aunque sea sólo para reposar un poquito el vuelo. Ya te dije que eras un pájaro, que no hace falta que seas sedentario ni nada por el estilo, puedes irte desplazando libremente por el cielo, sólo quiero que de vez en cuando me hagas un arrumaco y me lleves a dar una vueltecita encima de tus plumas y por encima de las nubes. Sólo eso.

2 comentarios

jnj -

Nunca te tuve en el aula, aunque ya andaba sobre aviso de que no sólo se te da bien dibujar;también, escribir.

También a mí, como Anabel, me gustaría poder decir: "See you tomorrow".

Anabel -

Nice blog! I'll read it when I'll have a bit of time! too late now. Thanks for the visit.

See you tomorrow